EL HAMBRE DE RECONOCIMIENTO
Consiste en la constante necesidad de que los demás extiendan un explícito acuse de recibo sobre el hecho de haberse hecho cargo, aceptar y aplaudir, todas y cada una nuestras muy especiales e individuales características de personalidad.
En efecto, no basta con reconocer a alguien por bonito, por joven, por estudioso o audaz. El reconocimiento auténtico exige un conocimiento real, profundo, de la persona global. Nuestra ignorancia sobre el carácter, el temperamento y la biografía del otro, nos impiden dar recnocimiento.
A continuación se presenta un video de "El Poder del Reconocimiento" de Miguel Angel Cornejo
Diferencia entre Reconocimiento y Caricias.
No puede existir un recnocimiento de esta naturaleza. Las caricias incondicionales positivas se dan a quien las recibe simplemente por el hecho de ser, por su esencia, más no por sus cualidades accidentales.
El reconocimiento, por el contrario, se olvida un poco de la esencia y aplaude rasgos completos de la personalidad, los cuales no podrían ser reconocidos si no existiesen en alguien.
Las caricias condicionales, positivas y negativas, se dan por lo que una persona hace o tiene, pero no por sus cualidades como tales.
Además el reconocimiento no puede ser negativo ni condicional. Simplemente, o se reconoce, o no se reconoce como es el otro. Nosostros consideramos que dar reconocimiento es un deber de caridad y de justicia, sin el cual es imposible la convivencia humana.
La Descalificación como polo opuesto del Reconocimiento.
Es una respuesta indirecta, inadecuada al estímulo que la originó, y que en vez de aportar caricias, tiempo o reconocimiento, causa en quién las recibe una sensación de profundo malestar psicosomático.
Mientras que las caricias son estímulos, las descalificaciones son respuestas. No puede haber descalificación sin existir un estímulo previo, de cualquier tipo.

Las Consecuencias de la Descalificación.
Link acerca del Maltrato Emocional
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